El pasado 13 de abril China exhibió ante representantes de 50 países las capacidades de su caza de cuarta generación J-10, con el ánimo de impulsar las exportaciones del modelo. El 22 de abril se produjo un accidente mortal con este caza, que no pudo ocultarse por la transcendencia del piloto. Al parecer el J-10 no ha alcanzado las expectivas que se habían fijado sus diseñadores, lo que está sembrando de dudas a países como Pakistán, que tenía en proyecto adquirir 36 J-10. Debido a que China no paga royaltis por la adquisición de tecnología, no hay un conocimiento pleno de la misma, lo que está provocando numerosos accidentes en los cazas chinos, hecho silenciado por la falta de libertad de prensa y expresión en China.
El primer vuelo del J-10 se realizó en 1998 aunque el prototipo debía haber volado en 1996. Al parecer el desarrollo del avión fue un proceso tortuoso y lleno de fallos y dificultades, lo que ha retrasado la retirada por la Fuerza Aérea China de los cazas J-7 y Q-5 ya obsoletos.
cavok.com.br
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