Adolf Hitler se entrevista con Muñoz Grandes, a cuyo mando estaba la División Azul.
Hace setenta años, el 10 de febrero de 1943, unos 5.600 hombres de la División Azul hicieron frente a 44.000 soldados, casi un centenar de tanques e innumerables piezas de artillería del 55 Ejército de la Unión Soviética. Fue la batalla de Krasny Bor, el combate más duro de los españoles en el 'Ostfront'.
"Fuimos a luchar contra el comunismo, no contra los rusos", afirma Juan Serrano Mannara, veterano granadero del 262º regimiento 'Pimentel'. Estuvo hasta 1944 en la Unión Soviética, pero no combatió en Krasny Bor. Siete décadas después, apenas quedan algo más de 400 veteranos de los 45.000 hombres que lucharon en la División Azul.
Pasadas las seis de la mañana de aquel 10 de febrero de 1943, la artillería soviética comenzó su descarga sobre las posiciones del regimiento 262 de la División Azul. No pararía hasta un par de horas después. Acto seguido, cuatro divisiones del Ejército Rojo, acompañadas por carros KV-1 y T-34, se lanzaron sobre las castigadas líneas españolas.
El objetivo soviético era romper el frente en poco tiempo y envolver a los alemanes. El invierno en Leningrado es muy frío y anochece prontísimo. Sin embargo, la Stavka fracasó: el barrizal provocado por el fuego artillero sobre la nieve atrapó a los carros de combate y los supervivientes del regimiento opusieron una fiera resistencia hasta el final.
Los soldados españoles se reagruparon como pudieron para defenderse, incluso se desplegaron en los cráteres abiertos por la artillería rusa. Entre las hazañas que se recuerdan está, por ejemplo, la del divisionario al que explotó la mina que colocó en un carro pesado.
A pesar del ataque, dos divisiones alemanas situadas en el flanco derecho de la División Azul no acudieron al rescate porque esperaban un ataque que nunca tuvo lugar. Entre ellas estaba la 4 Polizei Division de las Waffen SS.
Pasado el mediodía, el Ejército Rojo logró romper las líneas por tres zonas y tomar casi entera Krasny Bor. Sin embargo, los restos de la División Azul aún resistían al sureste del pueblo y en los aledaños del río Ishora.
Aunque las tropas soviéticas lograron penetrar tres kilómetros, su cuartel general ordenó parar el avance al anochecer. Los alemanes habían enviado refuerzos y la rotura del frente era inviable tan tarde. El Ejército Rojo había tomado Krasny Bor, pero fue una victoria pírrica. Los 11.000 fallecidos en la operación 'Estrella Polar' se sumaría al millón de soldados soviéticos muertos en toda la batalla de Leningrado y el frente seguiría estable un año más.
¿Qué empujo a aquellos hombres a ir a luchar bajo las órdenes alemanas a 3.000 kilómetros de su país? "En la División Azul, cada hombre era un mundo. Había falangistas, aventureros, militares, simpatizantes de los alemanes o gente que necesitaba el dinero en la posguerra", explican en la Fundación.
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