El consorcio Almáz-Antei, fabricante de los S-300 y de su versión moderna S-400, confirmó hoy la firma con la parte china de un acta en la que se dan por cumplidos los términos del contrato suscrito a mediados de la década pasada.
El suministro comenzó en agosto de 2007 y las baterías antiaéreas con misiles de alcance medio han sido instaladas en las principales ciudades del país como Pekín o Shanghái, añadió la fuente.
Almaz-Antei considera que este es uno de los contratos de más éxito firmados por la industria militar rusa en los últimos años, ya que todos los ensayos demostraron en la práctica la alta precisión de los S-300.
Rusia también firmó hace unos años un contrato similar con Irán para el suministro de S-300, pero el Kremlin ha demorado la entrega por motivos políticos, debido a la crisis nuclear iraní.
Aunque China ya no es el principal importador de armas rusas, en 2009 Moscú entregó a Pekín cuatro destructores de la clase Sovremenny equipados con lanzaderas de misiles y especialmente diseñados para atacar portaaviones enemigos.
China compró en 2008 varios destructores de esa clase, además de tres buques torpederos, doce submarinos y partidas significativas de lanzaderas de misiles para barcos.
En los últimos años, la cooperación militar entre Rusia y China, que cedió a la India el puesto de mayor importador de armas rusas, ha experimentado una serie de altibajos.
Rusia ha acusado a China de producir para su exportación copias piratas del caza Su-27SK, lanzaderas múltiples de misiles Grad y Smerch, lanzagranadas, baterías de artillería, tanques y los famosos fusiles Kaláshnikov. EFE
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